Una de las cosas que más me gusta del oficio de escritor, es que si me llego a mudar a la Cochinchina, a establecerme allá o incluso a morirme lejos de mi tierra, siempre podrán nombrame como escritor venezolano, y así habré de identificarme siempre, hasta el final, dónde esté, dentro o fuera de mi país.
Ya véis entonces cómo uno de los aspectos de la escritura es permitir a los humanos hacer este tipo de justicia. Y una de las formas patentes en las que el oficio de escritor es liberador.
Una respuesta
Esta es la primera entrada de este blog, y considero que muestra un contenido de poco interés, sin embargo, voy a dejarla publicada, como un ejemplo de que para comenzar a escribir, basta con «poner algo».
Aún con poco que se vaya mejorando, cada vez que se escribe o publica un escrito, es mucho lo que se puede hacer.
Lo mejor de esta publicación es la imagen seleccionada para ilustrarla, una fotografía de dominio público de la península de Macanao, el cual es uno de los territorios más hermosos de Venezuela, en el Estado Nueva Esparta.